La planta de exterior Phoenix Canariensis es una especie de palmera originaria de las Islas Canarias, aunque también se puede encontrar en otras partes del mundo, como el sur de España, Marruecos y Portugal. Es una planta muy popular en jardines y parques gracias a su aspecto majestuoso y exótico. Puede llegar a medir hasta 20 metros de altura.
Esta palmera es muy resistente y puede soportar bien la sequía, aunque necesita riego regular para crecer sana y fuerte, te contamos más sobre sus cuidados a continuación.
Cómo cuidar Phoenix Canariensis
Luz directa: esta palmera necesita una exposición solar directa y abundante para crecer sana y fuerte. Es importante colocarla en un lugar donde reciba al menos 6 horas diarias de sol directo.
Riego moderado: necesita un riego regular para crecer bien. La frecuencia del riego dependerá del clima y la humedad del suelo, pero en general se recomienda regarla cada 7-10 días en verano y cada 15-20 días en invierno. Es importante no dejar que el suelo se seque por completo, pero tampoco conviene encharcarlo.
Temperatura: esta palmera es resistente a las altas temperaturas, pero no tolera bien las heladas. Si vives en una zona donde hay riesgo de heladas, es importante protegerla o trasladarla a un lugar más cálido durante los meses más fríos.
Poda: es conveniente eliminar las hojas secas y dañadas para mantenerla saludable y estética. Si es necesario, también se pueden recortar las hojas más largas para evitar que toquen estructuras cercanas.
La Phoenix Canariensis no se considera tóxica para animales pero debes tener en cuenta que sus hojas son algo afiladas.