Lo maravilloso de esta planta de exterior es el aroma que nos regala, es especialmente único y agradable. Hablamos del Jazmín, una planta rústica a la vez que bella. Si tienes en cuenta sus cuidados verás que puede alcanzar hasta los 6 metros de altura, convirtiéndola en una planta perfecta para jardines y terrazas.
Cómo cuidar el Jazmín
Luz: el jazmín procede de climas cálido por eso demanda una exposición a pleno sol. Sin varias horas de sol al día, dificilmente podrás disfrutar de su floración.
Riego: en primavera y verano, debido a su floración, el jazmín necesitará más agua de lo habitual, procura regarla cada 2 o 3 días.
Temperatura: esta planta de exterior agradece el calor, no tolera muy bien las heladas así que procura asegurarte de colocarla en un lugar donde no hiele o protegerla durante la época más fria. Durante las épocas de frio, riega únicamente cuando la tierra empiece a secarse.
Sustrato: no es muy exigente en cuanto al suelo, proporciónale sustrato universal rico en nutrientes y será suficiente. Procura solo que el suelo no sea arcilloso porque no tolera bien el encharcamiento y necesita un suelo que drene bien el agua de riego.
Fertilizar: usa un fertilizante para arbustos durante las épocas de crecimiento y floración, 1 vez al mes primavera-verano.
Poda: el jazmín en maceta es recomendable podarlo a final del invierno.
Floración: comienza con la llegada de la primavera y el verano. Si tu jazmín no florece puede que estés regando demasiado o qué le falte abono.
Recuerda que si tienes dudas sobre el cuidado de tus plantas puedes contactar con nuestra experta botánica aquí.
Transplante: si lo tienes en maceta, es recomendable transplantar a otra un poco más grande, añadiendo siempre sustrato nuevo para que pueda obtener los nutrientes que necesita para su floración.
Esta planta se utiliza también en muchas ocasiones como repelente de mosquitos.
*Tóxica en caso de ingesta