El Prunus Avium conocido como Cerezo es un árbol frutal que con los cuidados y condiciones idóneas puede alcanzar hasta los 30 metros de altura. Tanto por sus frutos como por su preciosa floración (desde primavera hasta principios de otoño), este árbol frutal es un indispensable en cualquier jardín.
CÓMO CUIDAR CEREZO
Sol directo: el Cerezo crece bien en lugares soleados y de semi-sombra, procura evitar las horas centrales del día sobretodo en verano y cuando el árbol es aún joven.
Riego moderado: tolerante a la sequía aunque en maceta y cuando aún es joven, precisa de riego regular, sobretodo en verano y en época de floración. Regar de 1 a 2 veces por semana en verano y reducir al mínimo cuando el cerezo pierde sus hojas.
Temperatura: resiste temperaturas frías de hasta -10ºC aunque puntuales. Crece bien con las temperaturas templadas de la Península y cerca del mar en zonas del mediterráneo.
Trasplante: recomendamos trasplantar una vez se haya adaptado a su nuevo entorno, preferentemente en primavera u otoño.
Poda: es recomendable podar a finales de invierno, eliminando ramas que se dirigen hacia el interior del tronco o cruzadas entre ellas. Para la poda de producción en otoño se podarán las ramas viejas, para dejar espacio a las nuevas ramas y propiciar así la producción para el siguiente año.
Fertilizante: abonar con fertilizantes naturales o específicos para frutales, durante la primavera y el otoño, hasta la caída de sus hojas.
Este árbol de hoja caduca, produce el famoso fruto que tanto nos gusta, la cereza Picota ¿te animas a cultivarlo y a producir tus propias cerezas para el verano?