El Cleistocactus o Cleistocacto es un cactus muy fácil de cuidar, está compuesto de varios tallos recubiertos de espinas blancas que le dan un porte muy elegante. Suele florecer en primavera y verano dando una flor rojiza y muy decorativa. Este cactus es resistente y de bajo mantenimiento, a continuación te mostramos sus cuidados.
CÓMO CUIDAR CACTUS CLEISTOCTUS
Luz: al tratarse de un cactus propio de climas tropicales cálidos y secos necesitará mucha mucha luz o sol directo para crecer. Cuando la coloques al sol, hazlo de forma progresiva para evitar cambios bruscos en su crecimiento y evitar quemaduras.
Poco riego: regar cuando el sustrato se haya secado. Dependiendo de su ubicación regar 1 vez cada 15 o 20 días, aumentar la frecuencia de riego en épocas de crecimiento (primavera-verano). Es sensible al exceso de riego así que evita encharcamientos regando por inmersión y evita mojar el tallo.
Temperatura: este cactus resiste bien las bajas temperaturas (-15%) aunque como al resto de cactus, le gustan los climas cálidos. Si se encuentra en interior procura que esté en una zona bien ventilada.
Sustrato: selecciona sustrato especial para cactus, acostumbra a ser más poroso y aporta un mejor drenaje.
Transplante: si está en maceta, transplanta cada 1 o 2 años según su crecimiento. El cambio de sustrato le aportará nuevos nutrientes y más espacio para crecer pero agradece ser plantado directamente en la tierra.
Fertilizante: abonaremos con fertilizantes ricos en potasio y fósforo durante la época de mayor crecimiento, primavera y verano.
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