Todo un referente del clima mediterráneo. El Olea Europea es muy fácil de cuidar en exterior y se adapta fácilmente.
El olivo es una planta de exterior que podría ubicarse en interior siempre y cuando le ofrezcas las condiciones adecuadas para prosperar y mantengas sus cuidados constantes.
Cómo cuidar un Olivo
Luz: tanto en interior como en exterior precisa de 5-6 horas de sol directo. Los olivos necesitan una exposición abundante al sol para crecer y producir frutos adecuadamente. Ubica tu olivo en un lugar con luz solar directa durante la mayor parte del día. Cuando el olivo es aún joven, evita el sol en las horas centrales del día.
Riego: Los olivos son resistentes a la sequía y prefieren suelos secos. Riega de manera moderada y permite que el sustrato se seque entre riegos para evitar el encharcamiento. En el caso de los olivos jóvenes en maceta y con poco sustrato el riego deberá ser abundante, 4 o 5 veces por semana en verano, en invierno de 3 a 4 veces a la semana. Cuando es pequeño no esperar a que él sustrato se seque por completo.
Fruto: oliva. El olivo en interior no dará fruto ya que precisa de las condiciones del exterior para ello.
Poda: Realiza la poda de manera ocasional para dar forma al árbol y eliminar ramas muertas o enfermas. La poda se suele realizar a finales del invierno o principios de la primavera.
Fertilizante: abonarlo de tres a cuatro veces al año, en primavera y otoño. Hummus para reforzar sus hojas y abono para frutales para obtener buen fruto.
Temperatura: evitar frio extremo y en el caso del olivo en maceta proteger sus raíces.
Curiosidad: es normal que el olivo purgue sus hojas al cambiarlo de ubicación o al transportarlo, para evitarlo recuerda pulverizar sus hojas casi a diario en horas de sol bajo.
Mini Tip: puedes podarlo para darle la forma que te gusta y eliminar las ramas centrales para facilitar la entrada de luz y ventilación.